En el primer caso tarda un poco más en activar el dispositivo: no es mucho -no llega a un segundo- pero sí lo suficiente como para que se pueda percibir. Lo mejor es un modo retrato (enfoque dinámico) que consigue efectos algo bastos (pero resultones) y un gran angular que destaca más por ser poco común que por lo que se puede hacer con él. Eduardo ‘Toto’ Salvio vuelve a ser feliz. Los 4 GB de RAM sí se quedan algo escasos sobre el papel y podrían ser insuficientes para los usuarios más exigentes. Los colores son nítidos y la calidad de imagen podría ser perfectamente la de un terminal de un precio mucho mayor. Si no le pides más, cumplirá a la perfección, pero a quien tuviese pensado compararlo con un terminal de 1000 euros -o gastarse ese dinero- se le quedará corto. Él, un teléfono de 350 euros; su circunstancia, el hecho de que hace tiempo que no es necesario dejarse el sueldo de un mes para conseguir un terminal más que correcto.